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Técnicas ancestrales para alejar las malas vibras y los pensamientos negativos.
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Descalzarse, darse baños purificadores, y mucho más.
Los seres humanos no solo consistimos en un cuerpo físico, sino que también estamos compuestos por otros niveles de energía, que podemos llamar el «cuerpo energético». En ocasiones, experimentamos una disminución en nuestra vibración, lo que facilita la entrada de energías que podríamos describir como «densas». Estas energías se manifiestan a menudo como fatiga generalizada, una sensación de agotamiento o sentirnos atrapados en un ciclo mental que parece no tener fin.
Es común atribuir estos estados al entorno externo, pero en realidad, muchas veces son el resultado de nuestros propios pensamientos y acciones. La presencia de pensamientos negativos puede disminuir nuestra vibración y permitir que las energías densas del entorno penetren en nuestro ser. Somos, en gran medida, el producto de nuestros pensamientos y somos responsables de la energía que intercambiamos con el mundo que nos rodea.
También es posible experimentar episodios recurrentes de lo que podríamos llamar «mala suerte». Seguramente, todos hemos pasado por momentos en los que parece que las cosas simplemente no salen como esperábamos. En este artículo, exploraremos varias formas de liberarnos de estas energías negativas y recuperar nuestro equilibrio energético.
Independientemente de nuestras creencias individuales, es importante reconocer la necesidad de protegernos constantemente. Incluso actividades cotidianas, como caminar por la calle, pueden exponernos a energías ambientales no deseadas. Un simple viaje en transporte público, donde nos rodean personas estresadas o agresivas, o una visita a un entorno cargado de emociones negativas, como un hospital, puede afectar nuestra vibración energética. Es por ello que debemos aprender técnicas de protección y limpieza energética para mantenernos en sintonía con nuestra paz interior y bienestar.
Formas de Descarga
Una forma poderosa de liberar energías acumuladas es simplemente descalzarnos al llegar a casa. Este antiguo ritual de desnudar los pies al acercarse a un espacio sagrado tiene raíces profundas en diversas tradiciones, desde los musulmanes y budistas hasta los cristianos. Al despojarnos de nuestros zapatos, buscamos activamente liberar tensiones y energías estancadas. La planta de nuestro pie, con sus aproximadamente 1500 terminaciones nerviosas, se convierte en una herramienta clave en este proceso de descarga. Al caminar descalzos, eliminamos los iones positivos, que pueden ser perjudiciales para nuestra salud, y nos conectamos directamente con la tierra.
Incluso si vivimos en un entorno urbano, la tierra sigue siendo una presencia poderosa y enraizada en nuestras vidas. La madre tierra, conocida en muchas culturas como Pachamama, abraza a todos por igual y sostiene los cimientos de los edificios donde residimos. Por lo tanto, al descalzarnos, permitimos que esos iones positivos desciendan hacia la tierra, donde se transforman en energías renovadas y luminosas que luego regresan a nosotros, revitalizándonos y recargándonos de vitalidad. Es un acto simple pero significativo que nos conecta con la tierra y nos ayuda a liberar las tensiones acumuladas, permitiéndonos así encontrar un estado de equilibrio y armonía interior.
Algunas creencias sugieren que buscar contacto energético con el suelo que pisamos es también un símbolo de humildad. Este concepto me hace reflexionar sobre las carmelitas descalzas, quienes buscaban retornar a una vida centrada en Dios con toda sencillez y humildad, siguiendo los pasos de los primeros eremitas.
Ejercicio
Una práctica que puedes realizar es descalzarte y colocarte en algún lugar sagrado de tu hogar, como un altar si lo tienes, o frente a las plantas de tu jardín. Coloca firmemente los pies en la tierra, inhala varias respiraciones profundas, tal vez cuatro, y luego visualiza cómo toda la energía negativa fluye por tus piernas y se libera a través de las plantas de tus pies hacia la tierra. Observarás cómo la Pachamama la recibe y la transforma, devolviéndola después de unos minutos como una energía renovada, limpia y radiante, reflejando el color verde, símbolo de vida y salud.
Baños Purificadores
Según el alquimista Aleister Crowley, los baños eliminan todo lo que es extraño o antagónico a nuestra noción de pureza. Él enfatiza que la purificación debe ser breve, pero sin prisas, ya que es útil alcanzar un estado mental óptimo al llegar a casa.
- Sal y Vinagre: Si dispones de una bañera, puedes llenarla con agua y añadir un puñado de sal gruesa junto con siete chorritos de vinagre blanco de alcohol. Si no tienes bañera, puedes preparar esta mezcla en una jarra y usarla después de tu ducha, aplicándola desde el cuello hacia abajo. La sal es conocida por sus propiedades purificadoras y se utiliza en baños de limpieza. Por otro lado, el vinagre, como elemento ácido, limpia y purifica de energías negativas, siendo considerado por muchas creencias como un poderoso liberador de larvas astrales.
- Agua de Flores: Similarmente, puedes preparar tu bañera con unas gotas de Agua de Florida. Esta agua está compuesta por esencias como naranja, limón y neroli, todas ellas con propiedades limpiadoras. Su aroma es ideal para inducir la relajación y la tranquilidad mental y espiritual. Además, por sus componentes, nos conecta directamente con la Divinidad. En caso de que no puedas conseguir el producto original, puedes elaborar tu propia versión en casa, ya que la receta es fácilmente accesible en línea.
El uso del pentáculo
También conocido como estrella de cinco puntas, es una práctica simbólica que puede ofrecer una poderosa descarga energética. El proceso de dibujar el pentáculo es en sí mismo un acto ritual, que puede ayudarnos a concentrar nuestra intención y canalizar energías positivas hacia nuestro entorno.
Para trazar el pentáculo, comenzamos desde la punta inferior izquierda y, sin levantar el lápiz, trazamos una línea hacia la punta superior central. Desde allí, descendemos hacia la parte inferior derecha, ascendemos hacia la parte superior izquierda, continuamos hacia la parte superior derecha y finalmente cerramos el dibujo en el punto de inicio. Luego, para completar el símbolo, trazamos un círculo que rodea al pentáculo.
Este proceso puede ser una forma efectiva de anclar nuestras intenciones y energías en el plano físico, creando un vínculo tangible con la espiritualidad y la protección. El pentáculo ha sido utilizado a lo largo de la historia en diversas tradiciones espirituales como un símbolo de protección, poder y conexión con lo divino. Al trazarlo, estamos invocando estas cualidades y estableciendo una barrera de energía positiva que nos rodea y nos protege de influencias negativas.
El pentáculo es un símbolo de gran antigüedad, con registros que se remontan a la civilización sumeria alrededor del 3500 A.C. Esta antigua cultura lo utilizaba en sus rituales como un poderoso talismán protector, capaz de sellar y mantener alejadas las malas influencias. Incluso figuras históricas como Pitágoras lo consideraban un amuleto para atraer la salud y el bienestar. Los cinco puntos del pentáculo representan los elementos de la naturaleza y el espíritu, según algunas creencias, proporcionando una sincronía entre el cuerpo y la mente al invocar el espíritu de la diosa Hygeia, deidad asociada con la salud. Por lo tanto, se recomienda pintarlo y contemplarlo con regularidad para aprovechar sus beneficios protectores y armonizadores.
Sahumado Ancestral
El sahumado es una práctica ancestral realizada por diversas culturas desde tiempos inmemoriales.
El humo generado durante el sahumado tiene la capacidad de purificar y liberar de enfermedades, males y energías densas.
Para llevar a cabo este ritual, necesitarás una sahumadora o un cuenco de barro donde encender carbón vegetal, que puedes adquirir en una tienda esotérica o de santería. Es importante encender el carbón en un lugar al aire libre, ya que el humo inicial puede ser tóxico. Luego, selecciona una hierba adecuada, como el romero, la salvia blanca o el laurel, cada una con propiedades limpiadoras y purificadoras únicas. Enciende la hierba sobre el carbón y deja que el aroma cubra todo tu entorno, mientras realizas una invocación de limpieza si lo deseas.
- Romero: tiene propiedades limpiadoras y purificadoras, es una buena hierba para rituales mágicos, atrae energías limpias y luminosas.
- Salvia blanca: es una de esas hierbas sanadoras, que ha sido usada por los nativos norteamericanos durante siglos. Quemar salvia no solamente aleja las vibraciones inapropiadas y los espíritus malignos, también atrae a los espíritus benéficos y los invita a permanecer en nuestro entorno.
- Laurel: tiene poderes de protección, curación, purificación y fortaleza del espíritu. Usarlo evita acumular energías oscuras.
Radiestesia
La radiestesia se basa en la detección de estímulos eléctricos, electromagnéticos y radiaciones utilizando herramientas como el péndulo. Si sabes cómo utilizarlo, puedes complementar las prácticas mencionadas anteriormente con la radiestesia.
Con tu péndulo, puedes descargar la energía densa hacia la tierra, permitiendo que el péndulo gire en sentido antihorario para que todo lo que no corresponda regrese a su fuente original. Esta técnica es una forma efectiva de purificar y equilibrar tu energía, promoviendo así un mayor bienestar físico, mental y espiritual.
Limpieza con Cristales
La limpieza con cristales es una práctica que nos conecta con la sabiduría ancestral del reino mineral. Estos aliados poderosos han estado presentes en la Tierra durante millones de años, acumulando información y energía que pueden utilizarse para sanar tanto a nuestro planeta como a todos los seres que lo habitan. La clave está en abrirnos a esta conexión y reconocer el potencial curativo que reside en cada cristal.
Los cristales tienen la capacidad de resonar con nuestros conflictos internos y transmitirnos su energía sanadora. Nos recuerdan que las cualidades y propiedades que poseen también están presentes en nuestro propio ser. Al elegir un cristal para incorporarlo a nuestra vida, estamos atrayendo hacia nosotros las cualidades que más necesitamos integrar en ese momento. Es como si el cristal nos susurrara al oído qué aspecto de nosotros mismos necesita ser nutrido y fortalecido.
Una enseñanza valiosa que he recibido es observar a los cristales en su entorno natural. Esto nos brinda pistas sobre el propósito y la energía de cada piedra, permitiéndonos comprender mejor qué aspecto de nuestra vida o nuestro ser está destinado a sanar. Esta observación nos ofrece una perspectiva más profunda y auténtica, más allá de los significados tradicionales asociados a cada cristal. Nos invita a conectarnos con la naturaleza y a confiar en nuestra intuición al trabajar con estos regalos de la Tierra.
- Turmalina: por ser una piedra negra nos conecta con chakras bajos y nos ayuda a limpiar y depurar, conectando con la tierra.
- Cuarzo cristal: potencia la energía luminosa o curativa de cualquier cristal y ayudan a la auto-curación. Los blancos nos calman y traen pureza.
- Amatista: Es una de los cuarzos más famosos del momento, su color violeta nos conecta con los chakras superiores y nos recuerda cómo transformar la energía.
- Cuarzo verde: por su color nos conecta con lo natural, trae energía curativa y buena salud.
Armonización con los Sonidos
La armonización con sonidos es una práctica antigua que nos permite sanar, limpiar y liberar energías estancadas en nuestro ser. Esta técnica puede involucrar el uso de mantras, instrumentos como sonajas o tambores, cada uno con su propio poder sanador y purificador. Entre estos instrumentos, el tambor chamánico destaca como un medio especialmente efectivo para sanar, equilibrar y purificar nuestro ser.
El tambor chamánico se considera el vehículo del viaje hacia estados expandidos de conciencia. En estos estados, podemos acceder a niveles profundos de nuestra psique y establecer conexiones con nuestros guías y maestros espirituales para recibir orientación y curación. Los sonidos producidos por el tambor nos conectan con frecuencias cerebrales más amplias, abriendo así un abanico de posibilidades para la sanación física, emocional y espiritual.
No menos importante son las invocaciones que podemos hacer mientras nos sumergimos en estos sonidos sanadores. Las invocaciones a seres como los Arcángeles, con su poder y luz divina, pueden potenciar aún más el proceso de limpieza y purificación. Por ejemplo, podemos invocar al Arcángel Miguel con su espada y luz azul para que limpie, purifique y libere todo nuestro campo energético.
Estas prácticas, cuando se realizan con intención y devoción, pueden abrirnos a un camino de sanación profunda y transformación interior.
Por Zez Astral, del Blog Astrológico.
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