Oración para el domingo 27 de octubre de 2024.
Amado Dios, hoy me presento ante Ti con un alma agradecida. Tú eres un Dios bueno y bondadoso, que colma mi vida con maravillosos regalos y grandes bendiciones. Qué sería de mí sin Ti, padre eterno. Con toda mi devoción te pido que por favor nunca te apartes de mí lado, pues cada día que pasa necesito más de tu presencia en mi vida.
Gracias señor por permitirme abrir mis ojos a tu hermosa creación, gracias porque tengo un techo que me resguarda, una cama en la cual descansar, tengo una familia que amo y que me ama, tenemos salud, amor para compartir, tenemos ropa que nos viste y siempre hay alimentos en nuestra mesa. Nuestra existencia es hermosa gracias a Ti, amado Dios.
A través de esta oración quiero poner en tus manos mi vida y la vida de mi familia en este domingo que apenas comienza. Señor, por favor abríganos con tu manto y camina con nosotros en esta nueva jornada.
Te pedimos que nos cuides, nos inspires, nos ilumines y que nos sigas bendiciendo. Te pido que tu luz, tu guía, tu protección y tu sabiduría nos acompañen a cada instante.
Dame un corazón agradecido para disfrutar de tus bendiciones y de los triunfos y por favor dame un espíritu fuerte que pueda superar las pruebas y los obstáculos que se puedan presentar.
Amado Dios, yo confío en tus designios y por eso también confío en los planes perfectos que Tú tienes para mi vida y aunque a veces no los logre comprender por completo, nunca desesperaré porque sé que si Tú estás a mi lado, entonces todo saldrá bien.
Señor: en este nuevo día dejo mi vida en tus manos. Te suplico que colmes mi senda de tu paz, de tu sabiduría y de tu bondad. Por favor toma mi mano y llévame por caminos de victoria y bendición, Amén.
Hacer está oración con dicha y gratitud te permitirá acercarte a Dios para darle gracias por las hermosas bendiciones con las que Él ha colmado y seguirá colmando tu vida y pedirle que te guíe en este nuevo día que apenas empieza.
Ora con devoción, entrega tu vida y tus obligaciones a Dios con esperanza y confía, pues Él siempre escucha tus oraciones y Él te responde concediéndote los anhelos de tu corazón.